Uruguay Reported

Padre, que no hayamos alcanzado
Prosperidad y riqueza en esta tierra
Sólo sería la prueba
De que prosperidad y riqueza aún siguen aquí,
O uno debería aceptar
Que la naturaleza no se prodiga igual
Entre un simple adiós y un desembarco.

Al menos, Leibniz afirmó que sí
-y yo estoy con él-, que hay algo así
Como una Armonía Preestablecida
Entre las buenas intenciones del Creador
Y el errar de su creación.
Del ilustre alemán se cree
Que halló la respuesta a este enredo
Y todo el zurcir del Universo
Formulado en unos papeles
Que el azar del tiempo esconde
En la Biblioteca de Hannover.

Pero volviendo a lo nuestro,
A este balcón sin flores,
A tu severa República en donde
Algunos se han sentado
A fumar su tarde ciega,
Pienso -y ya me dirás lo que quieras-,
Que a nuestra gente le ha faltado
Comerciar con el rudo griego
Y comprar nuestra salvación y nuestro cielo
En el rico bazar del Islam.

¿Acaso el propio Solís
Alguna vez se percató
Que aquella espiga y aquel terrón
No daban más de sí?
Según tengo entendido, no.
Fue a un tiempo desembarcar y el sol
Le daba tan de frente
Que señaló la tierra o el mar,
Lo mismo daba, eran suyos por igual.
Sin más, puso un pie y otro pie en cubierta
Y escribió que a Su Majestad
Le iría bien anexionarse
Este apartado tablero de Dios
Para las intrigas de la imaginación.

Adrian Icazuriaga





 
"¡Ideas, señor Carlyle, no son más que Ideas!"
Carlyle - "Hubo una vez un hombre llamado Rousseau que escribió un libro que no contenía nada más que ideas. La segunda edición fue encuadernada con la piel de los que se rieron de la primera."